Estirarse, extenderse y tocar el cielo de la habitación. Dejar huellas junto a las demás para borrar los espacios blancos. Destruir perfeccionando, realizar cosas con cierto significado, ¿significado? ¿Y si el único significado es el sentimiento de consumación por obedecer? Y obedecer a qué, a quién. Dentro de esta caja hay pequeñas tiras de luz y grandes espacios con sombra, lo que me dificulta distinguir a alguien más, ¿y es que realmente podría haber alguien más ahí?
No me esfuerzo ni sueño mis metas, y es que tampoco tengo una colección de estas. El vaivén de sonidos me basta para darme cuenta si mi día valdrá o no la pena, si se elevará una pequeña pluma para encontrarse con algún pajarillo, qué se yo. Proyectar sin agradar.
Y por qué será que aparecen esas fuerzas no dominables, y por qué será que alguna vez oí que el enamoramiento, sólidamente, es indagación.
Podría decir que todo ámbito se retrae por lo primero, mí primero, y se manejan atrayendo a la disminución (de estabilidad).
No puedo conocer dimensiones gestuales, ni partiendo desde las experiencias ni dándome un tiempo exclusivo para los problemas.
Espacios afectivos. Desprenderse cuando, a veces, lograbas controlarlo todo.
Confirmados los conceptos,
el
aislamiento
es
desarrollo.
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